30 octubre 2014

DEL CORREO DEL BLOG

Empresa

POR: ALBERTO BARRANCO

QUIEREN CIELOS ABIERTOS
La semana próxima, concretamente el miércoles cinco, vence el plazo para que México y Estados Unidos "actualicen" el tratado bilateral en materia de aviación, en un escenario en que el país del norte está pugnando por instaurar una política de cielos abiertos, o por lo menos lo que se conoce como quintas libertades.
Estamos hablando, en el primer caso, de la posibilidad de abrir tareas de cabotaje, es decir que líneas aéreas del país de las barras y las estrellas abran rutas domésticas en competencia con las nacionales.
Delta Airlines anuncia la salida de su vuelo Monterrey-Los Cabos, con escala en La Paz. En el segundo, la alternativa hablaría de que un vuelo de American Airlines procedente de París pueda cargar pasaje en México para volar a Nueva York.
El jaque, naturalmente, sería para Aeroméxico, Interjet, Volaris, Viva Aerobus…
Ahora que en la baraja se maneja también la posibilidad de las Séptimas Libertades, en cuyo caso se podría camuflar vuelos de cabotaje como lo hacen ya aviones cargueros de bajo perfil y calidad.
La paradoja es que el país del norte quiere hacer la justicia en las mulas del compadre, es decir la apertura sería para sus empresas. Las nuestras se quedarían con las ganas.
La discusión se inició en julio pasado, realizándose a puerta cerrada una serie de reuniones tanto en México como en Estados Unidos, en las que los funcionarios de ese país han insistido en que la actividad aérea es estratégica y de seguridad nacional. Certeza, pues, para sus siete mil aviones y sus pasajeros, e incertidumbre para los 320 nuestros.
El caso es que desde la primera reunión, celebrada en Washington, México dobló las manos. El entonces director de Aeronáutica Civil, Alexandro Argudín, de plano colocó en charola de plata la posibilidad de terceras y cuartas libertades limitadas a carga y pasajeros, así como quintas para carga.
La generosa sorpresa motivó a Estados Unidos a pedir la totalidad del pastel.
Lo inaudito del caso es que el exfuncionario se había ganado la aceptación de sus regalos por parte de las líneas aéreas nacionales vía promesas de concesiones y prebendas que no empataban con la normatividad.
La goliza, paradójicamente, la frenó Estados Unidos ante la protesta de las líneas aéreas locales, dado que los beneficios apuntaban a Delta, la única que tiene alianza con líneas aéreas nacionales, en este caso Aeroméxico, dado que Mexicana, quien había pactado con American, salió de las pistas. La dadivosidad mexicana, del otro lado de la moneda, soslayaba la saturación de las terminales aéreas del país, empezando por la de la ciudad de México.
Y aunque en un hipotético escenario de quintas libertades se apuntaría a Toluca, su alternativa está prevista, justo, para atenuar la asfixia del aeropuerto capitalino de cara a las líneas nacionales.
En el marco de la discusión se realizó un análisis por parte del Colegio de Aviadores de México y la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores, en el que se exigía una política pública que ofrezca certidumbre a las líneas aéreas nacionales y que perfile el crecimiento del flujo turístico desde una visión de Estado.
De entrada, se señala que en la década de 2003 a 2013 el sector aéreo nacional creció solo uno por ciento anual, lo que nos ubicó en el escalón 44 de un listado de 51 naciones en materia de conectividad aérea mundial.
En el mismo lapso, la flota de aerolíneas comerciales, tras la salida de las pistas de Mexicana de Aviación, disminuyó dos por ciento, en tanto el total de pasajeros trasportados por empresas locales registró una caída de 2.4 por ciento, mientras el personal pasaba de 25 mil 83 a 18 mil 398, es decir se perdió el 36 por ciento de las plazas. El primer convenio bilateral México-Estados Unidos se firmó en 1960, realizándose revisiones en 1970, 89, 97, 99 y 2005.
En este último caso se trataron cuatro temas torales: Derecho de tarifa, conectividad, operación conjunta; liberación de vuelos y liberación con capacidad de múltiple designación.
El cumplimiento de los acuerdos no se ha revisado.
Cielos abiertos… para Estados Unidos.