26 marzo 2015

DEL CORREO DEL BLOG

Aerolíneas en caída

Con una tripulación temerosa y un misterio aún sin respuesta, el colapso del Airbus A320 despierta la pregunta: ¿qué pasa con una aerolínea tras un aparatoso accidente?
 
0
comentarios
"Esta impresión viene dada por el sesgo de disponibilidad: valoramos más las posibilidades de que algo ocurra cuando es más fácil que nos vengan ejemplos a la memoria"
Jaime Rubio Hancock
El País
Con las estadísticas a favor, pero las emociones en contra, ¿qué pasa con una aerolínea tras un aparatoso accidente como el del Airbus A320 que colapsó este martes en los Alpes de Francia?
El choque del avión, que transportaba 150 personas de Barcelona a Düsseldorf, provocó una ola de nerviosismo en redes sociales, una investigación que aún no descubre las razones de la caída y problemas para la aerolínea Germanwings.
Medios internacionales reportaron ayer que la compañía alemana, filial de Lufthansa, suspendió 30 vuelos porque empleados rechazaron subir a los siguientes vuelos por el choque emocional que les causó el incidente.
“Esto no tiene nada que ver con seguridad, las muertes de sus colegas y amigos los golpearon tan fuerte a nivel emocional, que era mejor que no abordaran los aviones”, dijo un portavoz del aeropuerto de Düsseldorf a los medios.
De hecho, especialistas de aviación coinciden en que el Airbus A320 es uno de los modelos más seguros, pues desde que entró en servicio, en 1988, cerca de 300 aerolíneas han usado una de estas aeronaves, que sólo ha tenido 56 incidentes.
Aunque ya recuperaron una de las cajas negras del aeroplano, los investigadores siguen intrigados, pues no tienen “la más mínima explicación” de lo que ocasionó el accidente y ya descartaron las condiciones climáticas.
Aun así, la tragedia orilló ayer a Germanwings a operar con 11 aviones y tripulaciones cedidos por Air Berlin, Lufthansa y TuiFly.
El primer vuelo de Germanwings tuvo apenas un 50 por ciento de ocupación, reportó ayer El País, a pesar de que el incidente no es representativo.
“Ha sido perfecto (el vuelo), lo de ayer fue mala suerte”, dijo al diario español Javier Marina, uno de los pasajeros.
Problema de percepción
Los científicos estiman que la probabilidad de morir en un accidente de avión es de 1 en 11 millones, mientras que la de fallecer en un accidente automovilístico es de 1 en 11 mil.
A pesar de estos datos, un estudio reciente de la Universidad de Colorado confirmó que, a corto y mediano plazo, consumidores suelen alejarse de las líneas aéreas involucradas en accidentes de alto perfil para  volar en empresas rivales.
El sitio Verne del diario El País informó ayer que los choques de avión causan un impacto emocional tan grande en las personas, que estas se dejan llevar más por los sentimientos que por el riesgo real.
“Esta impresión viene dada por el sesgo de disponibilidad”, expuso, “valoramos más las posibilidades de que algo ocurra cuando es más fácil que nos vengan ejemplos a la memoria.
“Como explica Daniel Kahneman en Pensar rápido, pensar despacio, recordamos más fácilmente las noticias poco comunes, pero impactantes”.
El caso de Malaysia Airlines
Después de los dos escandalosos accidentes que sufrió el año pasado, especialistas pronosticaron la caída de la aerolínea Malaysia Airlines.
El vuelo MH370 de la compañía está perdido en el océano desde marzo 2014 y el MH17 se estrelló en Ucrania en julio tras el posible impacto de un misil proveniente de los separatistas prorrusos.
Luego del último incidente, la aerolínea experimentó una caída de 40 por ciento en las ventas y pérdidas de hasta 1.7 millones de dólares diarios, aunque sólo había tenido un accidente mortal en su historia, desde que inició operaciones en 1972.
Sin embargo, The Sydney Morning Herald reportó este 9 de marzo que la empresa empezó su recuperación gracias al alza de la demanda.
El medio australiano informó que, tras vivir un rescate y una renacionalización, la empresa está en el proceso de recortar seis mil empleos y eliminar las rutas menos redituables para volver a la jugada.
Con el plan de reestructuración de 1.7 mil millones de dólares, los directivos esperan que la aerolínea vuelva a generar ganancias en el 2017.