14 octubre 2015

DEL CORREO DEL BLOG

Aeroméxico-Delta, origen de la ruptura

El Mié, 14 de Octubre de 2015, por José Yuste
José Yuste
José Yuste
Columnista en Excélsior.

Todas las aerolíneas mexicanas, por consenso, quieren más vuelos con Estados Unidos. Por eso todas, sin excepción, a través de la Canaero, apoyaron el convenio bilateral aéreo entre EU y México de noviembre pasado.
El convenio permitía, por fin, a más de dos aerolíneas mexicanas, volar a ciudades estadunidenses. Por ejemplo, hoy en día a Los Ángeles sólo pueden volar dos compañías: Aeroméxico y Volaris. A Nueva York sólo pueden dos: Aeroméxico e Interjet. Con el convenio podrían más. Ahí todo iba bien. Hasta que llegó la manzana de la discordia: la alianza entre Aeroméxico y Delta.
AEROMÉXICO: SÓLO ASÍ
¿Es válida una alianza entre Delta y Aeroméxico? Aeroméxico argumenta que es indispensable.
Incluso recuerda las alianzas de otras aerolíneas operando en el mercado transfronterizo, como son United con Continental o American con US Airways.
Aeroméxico se sabe pequeña frente a las enormes flotas de las compañías estadunidenses. Sabe que necesita aliarse con Delta. Sabe que así lo han hecho otros países.
Aeroméxico, presidida por Javier Arrigunaga y dirigida por Andrés Conesa, ya es socia de Delta, la compañía estadunidense tiene una participación cercana a 9% en Aeroméxico.
Actualmente operan un código compartido en varios vuelos, en salas VIP. Ambas construyeron y operan actualmente una base de mantenimiento y reparación de aviones en Querétaro.
Quieren llevar su operación a una alianza, donde Delta puede elevar su participación en Aeroméxico. Por eso pidieron la figura de Antitrust Immunity en Estados Unidos. Dicha figura les permitiría actuar como locales en ambos mercados, el estadunidense y el mexicano. Las autoridades deberán determinar si permiten o no la alianza en EU, y en México lo analiza la Comisión Federal de Competencia Económica (Alejandra Palacios).
INTERJET: “CON PAREJA TODOS BAILAMOS”
El problema es que si sólo Aeroméxico se asocia con Delta, las demás compañías aéreas se harán cada vez más pequeñas, hasta desaparecer y, de entrada, perderán presencia en el mercado estadunidense.
Miguel Alemán Magnani, presidente de Interjet, nos decía que ellos estarían encantados de permitir la alianza Delta-Aeroméxico, siempre que las demás compañías aéreas mexicanas tengan un plazo para poder conseguir socio estadunidense.
“Con pareja todos bailamos”, parafrasea en broma Alemán Magnani, quien sí confirma el haber calificado a la Canaero como una vacilada, por ser proclive a la alianza Delta-Aeroméxico. Argumenta la falta de equidad en la Cámara Nacional del Aerotransporte, y ha estado en contra de la reelección de Fernando Flores como su presidente, pues lo señala de favorecer a Aeroméxico.
VOLARIS: SÍ, CONVENIO BILATERAL...
DUDA, ALIANZA
Volaris, la tercera aerolínea de México, también se pronunció. Lo hizo a favor del convenio bilateral con Estados Unidos, pero en sus términos originales.
Volaris está a favor de la entrada en vigor para 2016 del convenio bilateral. Incluso le pide al Senado la ratificación del convenio bilateral con EU. Sin embargo, sobre la alianza Delta-Aeroméxico, Volaris no señaló nada. Ni a favor ni en contra. Quiso mantenerse al margen.
Volaris hoy en día sigue perteneciendo a fondos de inversión, y su director, Enrique Beltranena, ha logrado tener un modelo de negocios popular, pero con gran penetración.
CANAERO NO PUDO DIRIMIR
Aeroméxico, Interjet y Volaris están de acuerdo con el convenio bilateral de aviación entre México-EU.
Las tres ven indispensable poder volar más a Estados Unidos y rebasar  la cuota de tener sólo a dos aerolíneas que puedan realizar operaciones en una ciudad. Sin embargo, la situación es distinta, y encontramos la ruptura, cuando hablamos de la alianza entre Delta-Aeroméxico. Para Aeroméxico es indispensable para no quedarse pequeña frente a las estadunidenses.
Para Interjet se necesita que las demás también tengan aliados en EU y no sólo códigos compartidos. Lo lamentable fue que, dentro de la Canaero, no se pudieron sortear dichas diferencias. Ahora Interjet está fuera.

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Divide posiciones de aerolíneas la redacción del Convenio Bilateral

El Mié, 14 de Octubre de 2015, por Carlos Velázquez
Carlos Velázquez
Carlos Velázquez
Columnista en Excélsior. 
Si la decisión de Interjet de salirse de la Cámara Nacional de Aerotransporte (Canaero), que preside Fernando Flores, cayó como una granada, la historia se siguió complicando ayer, pues claramente hay dos posiciones entre las aerolíneas mexicanas.
Este martes el Frente por la Defensa de la Aviación, que integran, entre otros, las asociaciones sindicales de pilotos y de sobrecargos (ASPA y ASSA), hizo un mitin frente a las oficinas de Aeroméxico, de Andrés Conesa, para solicitar un posicionamiento sobre las modificaciones al Convenio Bilateral entre México y Estados Unidos. Conesa salió durante el mitin y dijo que estaba con el Frente y en la defensa de los empleos mexicanos. Luego Aeroméxico hizo un posicionamiento puntual al respecto, a través de una circular que envió a sus trabajadores.
En su parte medular señaló: “Aeroméxico manifiesta su apoyo a la modificación del Convenio Bilateral si, y sólo si, éste permite concretar alianzas con otras aerolíneas  con el fin de competir en igualdad de condiciones con las aerolíneas más importantes del mundo. Alemania, Inglaterra, Japón, Colombia, y otros países, han promovido que las aerolíneas de sus países puedan aliarse con las de EU, tal y como nuestra empresa busca hacerlo con Delta. Ésta es la mejor fórmula para fomentar la competencia y generar mayor conectividad y desarrollo de la industria aérea.
“En el caso de México ya existen precedentes de alianzas y fusiones, autorizadas sin condiciones y bajo el convenio bilateral vigente, como la de United con Continental o la de American con US Airways”.
También ayer Volaris, que dirige Enrique Beltranena, manifestó su apoyo al texto del convenio bilateral sobre transporte aéreo rubricado entre los gobiernos de México y Estados Unidos en el mes de noviembre de 2014; incluyendo que la entrada en vigor del mismo se dé en los inicios de 2016.
En un comunicado, la aerolínea señaló que “confía en que el bilateral representará un impulso al mercado y tendrá un impacto positivo para la actividad económica y turística de México, sobre todo con un incremento en el flujo de viajeros de nuestro vecino país del norte, y mejora las condiciones competitivas de los jugadores. Volaris no considera que el acuerdo sea lesivo para su fuerza laboral”.
Como siempre, el diablo está en los detalles, pues el costo de los pasivos laborales de las empresas de creación más reciente, como Interjet y Volaris, es mucho menor que el de Aeroméxico. Si a esta compañía le quitan slots en el aeropuerto de la Ciudad de México y no le autorizan la alianza con Delta, lo que ocurriría o no hasta mediados del próximo año, sus expertos en finanzas consideran que enfrentará un entorno realmente complicado.
Pero además, si entra en operación el Bilateral a principios del año, las aerolíneas estadunidenses ya no tendrán alicientes para impulsar sus alianzas con las mexicanas, pues podrán ganar más participación de mercado solas.
El panorama es complejo y el peor escenario sería terminar fortaleciendo a las poderosas aerolíneas del vecino del norte.

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Convenio Aéreo Bilateral, no ha sido aún firmado

El Mié, 14 de Octubre de 2015, por Maricarmen Cortés
Maricarmen Cortés
Maricarmen Cortés

Maricarmen Cortés es columnista de la sección del periódico Excelsior.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) confía en que el Convenio Bilateral Aéreo entre México y Estados Unidos sea enviado al Senado para su ratificación en el actual periodo ordinario de sesiones que concluye el próximo 15 de diciembre, pero falta aún el paso más importante que es la firma por parte de los gobiernos de ambos países.
La firma no implica que tengan que reunirse los presidentes Enrique Peña Nieto yBarack Obama, pero sí que ambos países designen a sus representantes que, muy probablemente, serán los titulares de la SCT y del Departamento del Tesoro, (DOT).
Lo que se espera es que este mismo mes, o a principios de noviembre, estén ya listos los documentos para la firma del Convenio Bilateral sobre Transportes Aéreos entre México y EU para que de inmediato sea enviado al Senado para su ratificación.
El tema es una de las prioridades de la Comisión de Comunicaciones y Transportes del Senado, que preside Javier Lozano. De hecho, ya convocaron a Yuriria Mascott, subsecretaria de Transportes de la SCT a que vaya al Senado el próximo miércoles 21, y hable sobre la ruta crítica del Convenio Bilateral y de otros temas como el avance del tren México–Toluca, el reglamento de la Agencia estatal Ferroviaria que regulará a todo el sector, y la aplicación de la NOM 012.
DESDE 1991 NINGUNA AEROLÍNEA
USA LA QUINTA LIBERTAD
El problema para la ratificación del Convenio es la presión que ejercen los sindicatos agrupados en el Frente por la Defensa de la Aviación Nacional que temen que se pierdan empleos y se afecte a las aerolíneas nacionales por la apertura a las las quintas libertades, es decir, la posibilidad de que una aerolínea de Estados Unidos pueda recoger pasajeros en México y llevarlos a un tercer país.
Al respecto Yuriria Mascott explica que desde 1991 hay quintas libertades autorizadas desde Nueva York, Washington, Baltimore, Los Angeles y Houston a México y Toluca y de ahí a cualquier país de Centro y Sudamérica.
También hay autorizadas para aerolíneas mexicanas quintas libertades desde un gran número de ciudades a Chicago, Kansas City, Detroit, Filadelfia, Washington, Baltimore, Boston, Nueva York, Miami y Houston, para que puedan recoger pasajeros para ir a Canadá y a varios destinos de Europa.
Sin embargo, ninguna aerolínea, mexicanas y estadunidenses, ha utilizado las quintas libertades autorizadas y que se respetarán en el Convenio porque no son rentables, ya que los nuevos aviones permiten hacer los trayectos directos de Estados Unidos a Centro y Sudamérica sin hacer escala en México y las mexicanas también vuelan directo a Canadá y Europa. Desde luego el Convenio Bilateral incluye la posibilidad de que se autoricen nuevas quintas libertades previa autorización de la SCT y del DOT lo que explica Mascott que de ninguna manera puede interpretarse como cielos abiertos.
SIN RESTRICCIONES PARA NUEVAS RUTAS
Lo que sí incluye el Convenio Bilateral sobre Transportes Aéreos es una apertura para que cualquier aerolínea mexicana o estadunidense pueda volar de una ciudad de México a otra de EU, eliminando la restricción actual de un límite de dos aerolíneas por cada par de ciudades. Esta es una de las medidas de apertura más importante que sí generará una mayor competencia y deberá favorecernos a nosotros los usuarios con menores tarifas. Habrá, sin embargo, algunas  restricciones. Las nuevas rutas tendrán que ser autorizadas por la SCT y el DOT y sujetas a slots en los aeropuertos de arribo. Esto implica que las aerolíneas de Estados Unidos que quieran volar al DF podrán hacerlo después en horarios tecolote, es decir: después de las 11 noche y antes de las 6 de la mañana, debido a que el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) ya está saturado.
SÍ SE PERMITE INMUNIDAD ANTITRUST
En cuanto a la inmunidad antimonopolio, ATI por sus siglas en inglés, no se garantiza su aprobación con el Convenio,  pero sí se establece que las aerolíneas mexicanas podrán solicitar autorización para celebrar alianzas, lo que no implica cielos abiertos porque no hay ni cabotaje, que seguirá prohibido en ambos países, ni quintas libertades irrestrictas.

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Bilateral aéreo. La clave: side letters

El Mié, 14 de Octubre de 2015, por Alicia Salgado
Alicia Salgado
Alicia Salgado
Columnista de Excélsior.

El bilateral aéreo transitó a póker de cartas abiertas. Interjet, que dirige José Luis Garza, no está de acuerdo con que se transite a cielos abiertos como exigiría el DOT para una concentración como la de Aeroméxico-Delta.
Similar posición tiene VivaAerobus, de Juan Carlos Zuazua, porque en general, se abren las terceras y cuartas libertades a cualquier aerolínea que solicite origen y destino, eliminando pares de aerolíneas y mercados cerrados.
Volaris, que lleva Enrique Beltranena, está de acuerdo con el Convenio tal y como se negoció y no piensa salirse de la Canaero, que lleva Fernando Flores, y Aeroméxico, que dirige Andrés Conesa, lo puso más claro aún: apoyará el Convenio Bilateral en Materia de Aviación con Estados Unidos “siempre y cuando su alianza con Delta Airlines reciba inmunidad contra investigaciones antimonopolio”, o sea, no lo apoya en sus actuales términos porque se da mucho y se recibe poco.
Es difícil saber cómo se realizará la negociación en el Senado y en la Comisión de Comunicaciones, que preside Javier Lozano, y en la Comisión de Relaciones Exteriores de Norteamérica, de Marcela Guerra, porque no se puede entender el convenio sin analizar el contexto de las llamadas side letters a las que se sujeta el análisis del ATI en el DOT solicitado por Aeroméxico-Delta.
Por lo pronto, le comenté que en la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar), que preside Rogelio Montemayor Morineau, están preocupados por las repercusiones que pueda tener la cláusula 8.8 del bilateral aéreo porque “podría iniciar una apertura sin restricciones” a la prestación de servicios intermodales, esto es, del aéreo trasladarse a autotransporte de carga, marítimo, fluvial y ferroviario.
Esta es una larga aspiración de las cargueras extranjeras FedEx, UPS o DHL, que podrán, como está redactado el 8.8, “optar por encargarse de su propio transporte terrestre o a proveerlo a través de arreglos con otros transportistas dentro del territorio nacional”, pese a que en Estados Unidos esos derechos no aplican.
De entrada, la subsecretaria de Transporte, Yuriria Mascott,  al referirse al bilateral suscrito le pidió a Adrián del Mazo, director de Autotransporte, que consultase a la Secretaría de Economía, le aseguró que un bilateral aéreo no puede modificar la regulación de otro medio de transporte ni tampoco permite hacer cabotaje en México, porque debe sujetarse a la ley de cada país, como lo estipula el convenio vigente.
Por lo pronto, para eliminar la inquietud, antes de que Gilberto López Meyer (jueves) se vaya de la DGAC, tendrá que concretar un intercambio de cartas con Paul Gretch, para que quede de manifiesto que esas empresas no pueden tener un derecho, que no tienen las  las nuestras en Estados Unidos. Pero para variar… serán side letters.